El informe del Observatorio de Formación Docente analiza la deserción en carreras de pedagogía de las cohortes 2015 a 2019, con especial foco en la cohorte 2017, que cubre el primer período de implementación de la Ley de Desarrollo Profesional Docente. El análisis consideró a 12.609 estudiantes matriculados en programas de pedagogía, excluyendo los programas de corta duración y los de formación docente para la educación técnico profesional. Incluye variables como años de acreditación y tipo de institución de los matriculados, género, carrera y región.
El análisis detectó que la tasa de deserción total disminuye de un 39,5% en 2015 a 30,4% en 2017 y se concentra principalmente en el segundo año de la carrera. Estas cifras son inferiores a las reportadas en general en educación superior, pero preocupantes si se suma, además, que entre los años 2018 y 2020 la matrícula de primer año cayó 29%.
“Que haya bajado el nivel de deserción en las carreras de pedagogía puede ser efecto de reclutar mejores candidatos/as a la docencia, los que posiblemente también valorizan la profesión y esperan poder ejercer”, indica Beatrice Ávalos, académica del Instituto de Estudios Avanzados en Educación e investigadora del CIAE de la U. de Chile. Respecto a la baja de matrícula de primer año, agregó que “está indicando que quienes tienen los requisitos de entrada actuales se decidieron por otras carreras más lucrativas en el largo plazo que las pedagogías”.
El análisis también encontró que los hombres se matriculan menos en pedagogías y desertan más. La matrícula del primer año 2017 es mayoritariamente de mujeres (65,6%) y, al mismo tiempo, la tasa de abandono es más alta en hombres (37,9%) que en mujeres (27%) (datos, para la cohorte 2017).
“La baja participación de hombres en las carreras de Pedagogía ha existido siempre. Por ejemplo, según datos en el libro sobre el FFID, tenemos que la matrícula en 1998 era 42% hombres y 58% mujeres y en 2001 era de 43% hombres y 57% mujeres. Posiblemente, la alta deserción de hombres se debe a la misma razón que la baja matrícula: se han ido a otra carrera o trabajo más lucrativo. Pero, esto merece ser estudiado”, indica Ávalos.
Las regiones de las zonas extremas, que tienen peores tasas de matrícula, son las que también poseen más deserción: Magallanes (40,9%), Aysén (35%), Tarapacá (38,8%) (cohorte 2017).
Carreras como Filosofía y Religión tienen tasa de recambio inferior al 4% (relación entre el nivel de titulados de una carrera con respecto a los docentes contratados en el mismo año en esa zona geográfica) y alta deserción (57,7%). Otras carreras con alta deserción son Historia (44,9%), Matemáticas (41,2%), Ciencias (40,8%). En general, todos los programas de especialidad en Educación Media muestran un abandono por sobre el promedio (cohorte 2017).
Fuente: Comunicaciones CIAE