Columna de opinión: Bases curriculares de 3⁰ y 4⁰ medio ¿Es posible profundizar sin tener que descartar?

04 de Julio de 2019
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En esta columna de opinión, el investigador del CIAE, Roberto Araya, expone ejemplos de currículos escolares de países de la APEC que apuntan hacia la integración.

La globalización y creciente automatización están cambiando dramáticamente la naturaleza del trabajo. Máquinas y vehículos autónomos deciden y actúan por nosotros. Esto genera un enorme desafío educacional. Es necesario entonces preparar nuevas generaciones con un entendimiento  más profundo de las grandes ideas y con capacidad no solo de usarlas, sino de transformarlas.

Pero para profundizar, ¿será necesario descartar áreas completas del currículum? Una alternativa es la transversalidad. Realizar proyectos multidisciplinarios. Por ejemplo, proyectos que integren historia con matemáticas. Proyectos que integren educación física con ciencias. Esto significa derribar muros entre departamentos y hacer fluir conocimientos de un lado para otro.  

¿Es esto posible? Corea del Sur es un interesante ejemplo. Ha proclamado que va camino a la economía creativa, que fusiona Ciencia, Tecnología y Cultura con la industria. Gracias a la educación, en cuarenta años pasaron de ser un país pobre  a uno líder mundial en ciencia y tecnología. Revisar el currículo periódicamente ha sido clave en ese proceso y el Museo de la Educación en Cheongju lo recuerda poniendo en el lugar central 7 infografías: cada una dedicada a uno de los 7 currículos coreanos de estos últimos 40 años. Ahora, en el nuevo currículo hay un semestre libre: sin historia, sin educación física, y sin  ninguna asignatura. Sólo proyectos interdisciplinarios que definen y eligen los estudiantes con apoyo de sus profesores. ¿Una aberración o una apuesta al futuro?

Otro ejemplo interesante es APEC. En un proyecto con 21 países liderado por Japón y Tailandia, y ahora también por Chile, por más de una década hemos estado desarrollando currículo y ejemplos de lecciones que promuevan las grandes ideas de la ciencia y su integración para enfrentar en las aulas los problemas reales de la sociedad. Clases de incendios forestales y modelamiento computacional. Clases de energía, metabolismo y actividad física. Todo en uno. Un caso interesante es el de la segregación social. Un tema muy atractivo para la formación ciudadana. Los estudiantes con camisetas azules y rojas se mueven siguiendo  una regla muy simple que, en parte, le valió a Thomas Schelling el premio Nobel de Economía: saltan a otro lugar de la sala si sus vecinos directos tienen en su mayoría camiseta de diferente color. Es decir, a partir del  micromotivo  personal de evitar ser minoría, emerge la macroconducta de segregación. Así los estudiantes integran ciencias sociales con matemática, alcanzando una compresión profunda de las causas de la segregación. 

En el proyecto APEC también hemos analizado formas de enseñar la asabiya, un tipo de cohesión social, introducido por el historiador tunecino Ibn Jaldún en el siglo XIV al estudiar la dinámica social al norte de África. Según Tonybee, Ibn Jaldún “concibió y formuló una filosofía de la historia que es, sin duda, el trabajo más grande que jamás haya sido creado por una persona en ningún tiempo y en ningún país”. Hoy en día el científico Peter  Turchin, uno de los fundadores de la cliodinámica, y decenas de historiadores, biólogos y matemáticos, ajustan modelos computacionales que capturan la dinámica histórica descrita por Ibn Jaldún. En el proyecto APEC, los estudiantes conectan estas ideas, trabajan en representarlas en juegos de tablero y en ecuaciones de crecimiento. Historia y matemáticas quedan integradas, permitiendo nuevamente un entendimiento más profundo de las dinámicas sociales.  

Otra iniciativa muy potente es la pedagogía de parques. En la Universidad de Jyvaskyla, principal formadora de profesores en Finlandia, esta pedagogía es parte central en la formación docente. En las escuelas, los docentes llevan a sus cursos a recorrer parques por días enteros. Los estudiantes van recibiendo en sus Smartphones preguntas sobre lo que observan. La biología, el ambiente y la actividad física se integran en una inolvidable y enriquecedora experiencia.  Adicionalmente, los estudiantes construyen modelos, que luego se exponen en el museo de historia natural de la ciudad.   

Las nuevas bases curriculares de tercero y cuarto medio son el producto de años de deliberación y ensayos siguiendo la alternativa de transversalidad. Ha germinado hoy un currículo para que Chile también inicie este cambio de mayor profundización, con mayor integración entre las disciplinas, y sin descartar ni minimizar áreas del conocimiento. Tenemos hoy finalmente, una enorme oportunidad de comenzar un camino más alineado a las demandas que los estudiantes enfrentarán.   


Fuente: Roberto Araya Director Proyecto InMside APEC CIAE, Instituto de Estudios Avanzados en Educación, Universidad de Chile

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