Macarena Silva, experta en educación: "Hay un poco de negligencia en el tema de enseñanza del lenguaje en Chile"

10 de Diciembre de 2018
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Macarena Silva, investigadora del Centro de Investigación Avanzada en Educación, CIAE, y especialista en desarrollo lector, analiza el Plan Nacional "Leo Primero", iniciativa del gobierno que busca acortar brechas en lectura.

A mediados de noviembre, el Ministerio de Educación lanzó el Plan Nacional “Leo Primero”, cuyo objetivo es que todos los niños del país salgan leyendo de primero básico. Un total de seis medidas –entre ellas la entrega de textos y material gráfico, disponibilidad de bibliotecas y capacitación docente–, fueron presentadas por la cartera como parte de las acciones concretas de la iniciativa, que se propone acortar brechas y abrir oportunidades de aprendizaje en materia educacional.

Para Macarena Silva, académica del Instituto de Estudios Avanzados en Educación e investigadora del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE), el plan del Ministerio de Educación –del que no se han publicado mayores detalles–, es a primera vista una iniciativa necesaria en el país debido a las brechas que hay en este ámbito.

“Creo que hay un poco de negligencia en el tema de enseñanza del lenguaje en Chile, y nos encontramos con dos extremos: colegios que se obsesionan con el tema y que ponen mucha presión a los niños, y escuelas donde no se hace nada. Yo he visto, por ejemplo, escuelas en que hay dos cursos de primero básico, o sea, tienes 60 niños y ninguno sabe leer a fines año”, advirtió la experta, acotando que “tal vez por ese lado es importante el plan, lo que a mí me preocupa es qué es lo que se va hacer”.

-Uno de los aspectos que sí se conocen de esta iniciativa es que se entregará material adicional y más libros a las escuelas, ¿qué te parece esa medida?

Siempre que los niños tengan más acceso a libros debería ser bueno, pero siempre cuando tengan acceso a ellos, porque a veces los libros están en las escuelas, pero no pueden efectivamente ocuparlos. También es importante ampliar el espectro de libros disponibles. Los libros informativos son importantes no solo por la motivación que les causa a los niños, sino también porque es el típico género de los libros de otras disciplinas, y es relevante que los niños empiecen a familiarizarse con ese tipo de textos. Yo no sé qué libros van a estar disponibles en este plan, por ejemplo. Una de las recomendaciones que ahora se dio en Estados Unidos es que al menos un 50 por ciento de los libros fueran informativos. La tendencia va hacia allá.

 

-Esta iniciativa apunta a que los niños salgan de primero básico leyendo “adecuadamente”, ¿qué entendemos por eso?

En el fondo, el que debiera ser el objetivo de leer es comprender, no decodificar. Nosotros no queremos que los niños decodifiquen, sino que los niños decodifiquen para que puedan entender. Decodificar por sí solo, no nos sirve, y además, la comprensión no es algo que emerja producto de la decodificación, sino que es algo que también se enseña y no es algo que aparece después, sino que va en paralelo.

-¿Qué plantea el currículum nacional en términos de lectura para los niños de primero básico?

El currículum es bien exigente. Se espera que a fines de primero básico los niños lean fluidamente y entendiendo lo que leen, pero cosas sencillas.

-¿Cuál es tu diagnóstico actual en el ámbito de la enseñanza de la lectura en los niños?

Para mí, el foco que se pone en primero básico está muy orientado a la decodificación, a que los niños aprendan las letras, puedan hacer una adecuada traducción de lo escrito a lo oral, puedan juntar las palabras y leer de forma fluida. El problema es que se hace descuidando el aspecto de la comprensión.

-¿Y eso qué consecuencias tiene?

Eso tiene distintas consecuencias: una de ellas, es que sucede que después tú te encuentras con niños que están en cuarto básico y que pueden leer fluidamente, pero no entienden lo que leen. El otro problema es que la comprensión, es la parte más motivante de la lectura. Tener a los niños aprendiendo letras es más aburrido, que, si tú acercas a los niños a la lectura, a través de la lectura propiamente tal.

-¿Y cuál es el impacto que tiene el que un niño salga de primero básico sin leer?

El problema que acarrea esto es que los niños tienen otras asignaturas. Si tienes un niño en tercero básico que todavía no lee, o que tiene cualquier dificultad en torno a la lectura, le empieza a ir mal en los otros ramos. Dependiendo del colegio, muchas veces los niños comienzan a tener pruebas en primero básico, entonces, si no leen, no entienden las instrucciones. Ahí los colegios deberían ser más flexibles, porque si no se convierten en una presión importante para la familia y para los niños. Y las letras los niños las van a aprender en algún momento, entonces si enfocamos todos nuestros esfuerzos en las letras, dejando de lado la compresión, estamos perdiendo tiempo.

-¿En qué momento hay que comenzar a vincular a los niños con la lectura?

Yo creo que es muy importante partir cuando los niños son pequeños. Hay muchos estudios que dicen que a los niños hay que leerles desde que nacen. Y los padres dicen, 'pero, ¿cómo si no entienden?'. Bueno, los niños se benefician mucho de eso porque van aprendiendo según su edad. Cuando son guaguas, entienden que hay una especie de interacción que sucede en torno al libro. Cuando van creciendo van aprendiendo vocabulario a partir del libro, empiezan a captar cuáles son las estructuras o los elementos que hay en un cuento. Esto tiene que ir creciendo en complejidad a medida que los niños se van acercando a educación parvularia. Esta interacción oral, a través de la lectura y de la conversación, es la base de la comprensión lectora. Eso a mi juicio se ha descuidado un poco.

-O sea, hay niños que llegan a primero básico, con una brecha en este aprendizaje vinculado a la parte oral.

Claro, y uno podría reducir esa brecha, si se le dedica un tiempo importante al desarrollo del lenguaje oral en la educación parvularia, a los niños de transición, por ejemplo. Eso se hace, pero creo que debería ser un poco más intencionado. Que se enseñara más vocabulario, que se enseñara más pensamiento inferencial, que se hicieran preguntas un poco más desafiantes a los niños. En el fondo, que aprendan a pensar en esa interacción que se da con los materiales escritos.

-Da la impresión que este es un proceso que requiere estar siempre motivando a los niños...

Sí, para mí es clave que los niños no pierdan la motivación en la lectura, porque la pierden en educación básica.

-¿Y por qué pasa eso?

La verdad es algo multifactorial. Puede ser por los métodos, por la falta de acceso a material que les interese, por la forma en que se los evalúa, que las clases de lenguaje no sean entretenidas ni desafiantes, en fin, mil factores. Ahora, también cuando a ti te cuesta algo, es muy probable que no te guste hacerlo. Por eso es importante que los niños vean la lectura como algo con lo que puedan aprender cosas sobre el mundo y entretenerse.

-Respecto a enseñar a los niños a leer antes que entren a primero básico, ¿eso es beneficioso en algún sentido?

No es necesariamente bueno que los niños aprendan a leer más temprano. Lo que sí es bueno, es que los niños tengan un ambiente donde leer sea considerado algo positivo, que tengan acceso a libros diversos y que se vayan interesando. En general pasa que cuando a los niños les interesan los libros, van a querer leer. No es que sea bueno enseñarle a leer a un niño de tres años. Ahora, si un niño aprendió a leer porque le interesaba, probablemente va a ser positivo.  Y si ese niño que aprendió a leer antes es capaz de comprender, es bueno, porque puede desde antes acceder a material escrito de forma independiente. Si es un niño que sólo decodifica, pero no comprende, no tendría por qué ser bueno en el sentido de predecir algún rendimiento futuro.

-Existen países que comienzan la enseñanza de la lectura más tardíamente y logran buenos resultados con los niños, ¿por qué sucede eso?

Hay países donde la enseñanza de la lectura formal, intencionada, empieza más tarde, pero al mismo tiempo son países que tiene un nivel lector más alto de los adultos, más visitas a bibliotecas, entonces, no les enseñan a los niños las letras antes, sino que están inmersos en un mundo bastante rico, y hay una absorción de ese mundo letrado desde antes. Juntar las letras es un trámite.


Fuente: Francisca Siebert

Palabras Clave: lectura   Macarena Silva  
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